La bella y la bestia

Madame Leprince de Beaumont (1711-1780), autora de más de setenta obras, poseía una fuerte vocación pedagógica que le llevó a escribir para el público infantil la mayoría de sus creaciones literarias. El objetivo primordial de su obra era la educación de los niños, a los que pretendía inculcar a través de sus relatos unos valores de generosidad y nobleza, de racionalidad y autosuperación muy en la línea de las teorías pedagógicas de su tiempo. Este afán pedagógico y educador sitúa a nuestra autora en sintonía con las tendencias ilustradas contemporáneas y hacen de ella una mujer plenamente de su tiempo. Pero este interés moralizador de Mme. Leprince no es obstáculo para que sus cuentos tengan una gracia imaginativa y una agilidad narrativa que los convierten en sólidas obras literarias que han superado el paso del tiempo. Prueba de ello es el magnífico cuento de La bella y la bestia, capaz de inspirar todavía en nuestros días una película de gran poesía a un cineasta y poeta tan prestigioso como Jean Cocteau.