El estudio de la naturaleza

Paul Klee puede considerarse como unos de los creadores más importantes del siglo xx. Su personalidad reunía en sí al dibujante afamado, el pintor excelente, el músico y el poeta, pero también al hombre de carácter reflexivo y profundo, y al infatigable investigador de formas, colores, técnicas y conceptos. Asimismo poseía una vasta cultura, todo ello se reflejaba en su arte, confiriéndole sutileza, complejidad e ironía.
Las vinculaciones artísticas de Klee fueron variadas. Bebió de muchas fuentes, sin nunca adscribirse a ningún movimiento, salvo un breve período a Der Blaue Reiter, junto a Kan- dinski –su amigo durante décadas–, Franz Marc y August Macke –compañeros que perdió en la Primera Guerra Mundial–. También se interesó por el orfismo de Delaunay, y admiraba a Cézanne.
Durante una década (1920- 1930) Klee fue profesor de la Bauhaus. Ello le impulsó a reali- zar escritos que abordan cuestiones técnicas de la pintura y el dibujo. El volumen de este tipo de textos es ingente, pero también existen otros que tratan de su arte y su concepción estética. Este libro presenta ejemplos de ambos tipos.
En 1917 Klee es un artista de referencia y en 1920 está consagrado. Sin embargo, su suerte cambió súbitamente, cuando en 1933 el régimen nacionalsocialista incluye su arte dentro de la categoría de degenerado. A partir de este momento conoce el exilio y la enfermedad, pero incluso en las más adversas circunstancias Klee no dejó de crear.