portada de Yasmina

Isabelle Eberhardt

Yasmina

Y otras narraciones

Colección: Terra Incognita 98
Traducción de Jordi Quingles
Páginas: 127
Formato: 15 x 21 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9716-755-0
Año aparición: 2.001

Precio sin IVA: 11,54€
Precio con IVA: 12,00€

Isabelle Eberhardt se ha convertido en una escritora casi legendaria por su vida y su destino singulares, y por una actitud vital precursora en muchos campos. Estos relatos, basados en mayor o menor medida en experiencias vividas por la autora, ilustran las distintas facetas del mundo que ella amó apasionadamente y en el que se integró plenamente: el mundo del Islam y, en particular, la cultura beduina del Sahara argelino.

«Sólo hay una cosa que pueda ayudarme a pasar los pocos años de vida terrena que me han sido destinados: el trabajo literario, esa vida facticia que tiene su encanto y la enorme ventaja de dejar el campo casi enteramente libre a nuestra voluntad, y que nos permite exteriorizarnos sin sufrir los contactos dolorosos del exterior».

Así se expresaba a finales de 1902 lsabelle Eberhardt, para quien el trabajo literario fue siempre, en efecto, el gran refugio, el campo privilegiado —tal vez el único— donde desarrollar plenamente su verdadera personalidad y recrear su propia vida.

lsabelle «vivió» realmente en su obra, hasta el punto de que Mahmud Saadi, el último de sus seudónimos literarios, se convirtió de hecho en su «verdadera» personalidad. Y curiosamente fue esa vida paralela, la de sus escritos, siempre tan frágil y precaria, la que tuvo la perduración que el omnipresente maktûb le negó a Isabelle en la vida real. En efecto, salvada milagrosamente del barro que acabó con la vida de Isabelle Eberhardt en 1904, la obra de ésta no sólo iba a asegurarle su fama póstuma, sino que se convertiría en el testimonio más fiel de su apasionante vida, que de algún modo nos es dado así compartir.

En esta selección hemos recogido únicamente textos literarios de lo que podríamos llamar la primera etapa africana de Isabelle Eberharc, o sea anteriores a su definitivo regreso a Argelia en enero de 1902. Si bien sus obras son de temática variada, la mayoría ilustran, con gráficas pinceladas, las distintas facetas del mundo que ella amó apasionadamente y en el que se integró plenamente: el Dâr al-Islâm y, en particular, la cultura beduina del Sahara argelino; y aunque incluyen —tácita o explícitamente— una denuncia de la acción colonial, se inscriben, en realidad, en el marco más amplio de su condena de la civilización moderna, cuyas lacras denuncia.

Comprar en: